martes, 30 de junio de 2015

Carta abierta a Vanessa Senior


Querida Vanessa:

Todos muestran solidaridad contigo y tu acto de indignación, que es natural cuando uno se frustra por la actual crisis económica. Yo en cambio muestro solidaridad con la cajera de Farmatodo, no por querer llevar la contraria, ni tampoco por estar en contra de ti, y quiero decirte que yo estoy tan indignado y frustrado como tu.

Imagínate que fueras un cajero de Farmatodo, y ganaras un sueldo que no te alcanza para comprar la canasta básica, como la mayoría de los venezolanos, por culpa de los controles económicos del gobierno. Pero aparte, eres una de las miles de caras anónimas de una empresa que tiene que acatar la orden del gobierno, con sus políticas económicas erradas y controles asfixiante, sea para proteger tu capital y/o tus empleados, Donde día a día llevaras todos los insultos de la gente que cree que un cajero es el culpable de las largas colas, el desabastecimiento, la inflación o su poder adquisitivo, o peor aún, que la empresa es la responsable.

Serías doblemente víctima, del gobierno y de todos los ciudadanos que no canalizamos nuestra energía de querer un cambio en donde debemos. Quiero recalcar, que la mayoría de la gente que paga su indignación con quienes no tienen la culpa, como los cajeros de Farmatodo, son los primeros incapaces de agarrarte un volante o firmarte una solicitud a los activistas políticos venezolanos, por miedo o por otras razones, no estoy queriendo decir que ese sea tu caso, y estoy generalizando, que no me gusta, pero he visto varios casos.

Vanessa, los verdaderos culpables están bien resguardados en Miraflores y en oficinas donde manejan los asuntos económicos a su antojo, y no trabajando para poder subsistir, porque están enchufados. La próxima vez, espero que cuando Farmatodo no nos quiera vender 2 tubos de pasta de diente más, vayamos y le reclamemos a las oficinas del SUNDDE o busquemos al representante de la superintendencia de los precios justos y le reclamemos a él.

Un abrazo Vanessa, aunque tal vez nunca leas esta carta, que repito, no es contra ti, es en solidaridad con la cajera de tu vídeo. 

Fernando Marcano.

domingo, 15 de febrero de 2015

A mis compañeros de lucha.

Mis principios y valores republicanos, liberales y humanos, no encuentran mejor aposento que junto a ustedes compañeros de lucha y de convicciones, al igual que no encuentro mayor piso, techo y paredes en las que pueda empeñar día a día mis acciones y mis palabras de cambio, justicia y libertad como lo es Vente Venezuela. Sin lugar a dudas nuestra lucha compañeros no es en vano y día a día vamos forjando vínculos poderosos que trascienden nuestras diferencias naturales como individuos y nos va convirtiendo en una hermandad libertaria que no descansa y que no se rinde hasta ver posible la transformación de nuestro país bajo una nueva doctrina, un nuevo modelo de Estado y un nuevo modelo de individuo.

Como respetuosa y cariñosamente se me han abierto las puertas sin ningún tipo de restricciones a seguir formando, construyendo, reflexionando y moldeando mis actitudes y aptitudes políticas y ciudadanas en esta organización, se ha sembrado en mí el sentido de la pertenencia, la responsabilidad y el respeto para todos ustedes. Esta responsabilidad me obliga a escribir las siguientes líneas, siempre enmarcado en mi sentimiento de pertenencia con la organización y el respeto que todos ustedes me han demostrado y que siempre obtendrán de mi persona, mientras este vínculo no sea violado por otros intereses.

Compañeros de lucha, no podemos permitir bajo ninguna razón u circunstancia que los principios y valores promulgados por nuestra organización sean tergiversados, corrompidos y hundidos fuera y dentro de nuestros espacios. La libertad, la dignidad, la propiedad, la justicia y el respeto tienen que ir de la mano con nuestro verbo y acciones y deben ser defendidos hasta con nuestro último aliento porque eso nos hace ser diferentes, eso nos hace ser consientes eso nos hace ser una organización que ha nacido para cambiar el panorama político del país. Más que para satisfacer una oferta política que no existía en el país, hemos nacido para cambiarla y vencer los vicios y las viejas prácticas políticas que tanto nos han hecho daño desde el inicio de esta mal llamada república.

Y ante esos viejos vicios y viejas prácticas que observamos, debemos tener el valor y la convicción de erradicarlos, como también tener el valor de reflexionar cuando caemos por distintas razones en estas erradas prácticas poco coherentes con la lucha que hemos decidido aceptar y compartir hasta vencer. La libertad del individuo, la libertad de expresión, la guerra contra la censura, la honradez, la ética, la igualdad de derechos y la coherencia de esta organización, y de nosotros compañeros, motores de esta lucha ciudadana, deben ser protegidos ante la contaminación política y moral.

Hago un llamado a la reflexión a mis compañeros de lucha, a los jóvenes que creemos y seguiremos creyendo en esto, que ya no es un proyecto, sino una realidad, a seguir siendo los bastiones de defensa de nuestros pensamientos y argumentos, a no dejar que nada ni nadie corrompa nuestro sentir democrático y doctrinario, a no perder el rumbo ante las adversidades y a seguir creyendo en cada uno de nosotros, elementos de cambios de este país y de Vente Venezuela.


Compañeros, claro que lo vamos a lograr.